Al
habla Rocío, o como algunos me empiezan ya a nombrar... Ruedeciya (de nombre
Rokofly, jeje).
Os aviso de antemano que esta entrada tiene truco y trampa. Trampa porque
Pilarica se piensa que esto es el post que ella ha escrito simple y llanamente,
y truco, porque he pensado que esto es digno de contar las dos versiones de la
pequeña encerrona a la que le sometimos, y por lo tanto, otra pequeña
encerrona. Y así todos nos vamos a enterar de todo el cotarro que se
armó.
¡¡Comenzamos!!
ejem ejem...
VERSIÓN TEJEADICT@S:
Un buen día, un grupo de tejeadictas un tanto petardas, decidieron que el
aniversario, que caía en viernes santo, no podía quedar sin celebrarse como
Dios manda porque había que celebrar el día del nacimiento de la tienda ¡y
celebrar que nos habíamos conocido! Por lo que, muy ávidamente, procedimos a
crear un grupo whatsappero dedicado por y para tramar a espaldas de Pilar, y
después de un pequeño debate sobre el qué organizar decidimos: banderines y
tarta tejeadicta.
La Leche Militina fue cómplice de nuestras quedadas clandestinas para aprender y hacer
banderines. Fueron muchas las quedadas que allí se hicieron para darle longitud
a la guirnalda. Hubo días de dejar plantada a Pilar en la tienda, abandonada a
su suerte sin saber donde se metía la gente, y nosotras mandándole mensajes de
excusas varias mientras nos tomábamos refrigerios y dulces militinos a sus
espaldas. Aunque los mejores momentos fueron en la tienda, donde se produjo un
tráfico de banderines importante delante de las narices de la señorita
propietaria que no la veías ni mover un pelo de la sospecha, y eso que nuestras
caras de emoción contenida
cual-niños-haciendo-maldades-a-espaldas-de-sus-padres era más que evidente.
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Bordado de letras made in Beatriz |
Mientras
tanto a Espe, se le ocurrió la gran idea de crear una tarta ganchillera que
acabó siendo una espectacular y deliciosa tarta ejecutada a la perfección, y si
creeis que no es para tanto os invito a pasar por la tienda y ¡¡verla con
vuestros propios ojos!! :)
Siguiente
paso: LA TARTA.
El nombre Cookinea llegó a nuestro oídos, y tras una pequeña
escapada a la tienda por mi parte en donde mi padre (que me acompañó sin
rechistar) si me descuido se lleva la mitad de ella, nos fuimos cargados de
cupcakes, panes, macarons belgas y un bollito salado. ¡¡DELICIOSÍSIMO TODO!! Y muy gracioso cuando
se me ocurrió decir el nombre Tejeadict@s en la conversación con Fanny, una de
las reposteras de Cookinea, que dijo que ¡¡nos conocía y nos seguía!!, igual
que nosotros a ella, y volví a comprobar la validez de ese dicho de: “¡qué
pequeño es Albacete!”
Conclusión: le comenté nuestras intenciones reposteras y quedamos en vernos en
unos días para ver “cómo y de qué manera”. ¿Y qué pasó? Que unos días después
aparecimos por allí Alicia y yo, nos invitaron a un delicioso cupcake y
quedamos todas toditas muy contentas con lo que podía salir de todo esto.
Todo
seguía marchando.
Siguiente
paso: EL GRAN DÍA
Después
de muchas ideas decidimos actuar con mas o menos con normalidad. Viernes por la
mañana, Dory, Pilar, Bea, Miguel Ángel y Patricia con una cervecita celebrando
que es viernes y día del sorteo. Todo muy en su línea, y aparecemos Alicia y yo
y nos sentamos. Ovillos, risas, cachondeo y agujas, lo de siempre, y surge el
dilema de casi todo viernes a la hora de comer: ¿y qué tal si nos vamos a comer
todos a…? jajajaja. Culpa de esta pequeña tradición he de decir que procede de
Miguel Ángel y Patricia, ya que acabamos poco a poco acoplándonos el resto así
como el que no quiere la cosa.
Chinito, más risas y más
burradas, algún atragantamiento que otro y brindis; nos saltamos el postre
porque “estábamos hinchados” (mentira cochina), y nos echamos un cafecito en el
55. Hacemos tiempo, Pilar preocupada porque Antonia tenía que aparecer pero
nunca apareció, no en ese momento, jeje. Y llega el momento en que vamos a la
tienda, Pilar quiere ir a comprar alguna gorrinería para la celebración antes
de abrir y se va con Alicia. LA
TIENDA ES NUESTRA, momento para que las tejeadictas llegaran
en tropel, montar el tinglado, y lo mejor... ¡¡recibir la tarta de Cookinea y
enamorarnos a primera vista!!
Finiquitando
detalles y de repente aparece Pilar... Había dejado en la tienda 4 personas y
al entrar se encuentra a ¡¡14!! Imaginaros la cara que puso... tremenda. Todos
delante de la mesa donde se encontraba oculta entre tanta persona las dos
sorpresas. Comienza a dar besos, y poco a poco logra ir avanzando hasta que
queda delante de la mesa y… se encuentra con el pastel, o en este caso mejor
dicho ¡¡los pasteles!!
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Momento bollo en el que no le dejamos ver lo que hay en la mesa |
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Pilar flipando con la obra de arte de Cookinea |
La carita de nuestra Pili no tenía desperdicio… desde luego que no la tenía :)
Y llegó el momento de soplar la velita y pedir un deseo, bien secreto para que se cumpla.
Ningún desperdicio tiene el momento en el que sabes que vas a tener que
hincarle el cuchillo a una obra de arte. Damos fe de ello todos los que allí
estuvimos que lo pasó mal con el cuchillo en mano y mientras iba descuartizando
nuestro querido logotipo para que acabara en nuestras felices panzas. Todos
tuvimos un poco de Tejeadict@s dentro de nosotros…
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Todos sufríamos con Pilar |
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Pilar sufrió mucho en este momento |
Y hasta aquí llego yo, Pilar se va a llevar una
sorpresa cuando se meta en la entrada y vea que no comienza como debería
comenzar y que no sale nada de lo que había puesto ella, jeje. ¡¡¡SORPRESA!!!
Ahora sí, le toca
el turno a Pilar.
VERSIÓN
DE PILAR:
Es impresionante la candidez que uno puede acumular, aún creyéndose perro
viejo.
Yo misma fui muestra de ello el viernes pasado, cuando me llevaron y trajeron,
me dijeron y se callaron, me citaron y me mintieron...y yo sin enterarme de la
misa la media!
Prodigiosa
la coordinación de todos los tejeadictos: desde aquí mi aplauso de
reconocimiento (imaginadme en pie, batiendo lentamente palmas y meneando la
cabeza de derecha a izquierda).
Una
maquinaria perfectamente engrasada, nadie se fue de la lengua, nada falló.
Me comentan a toro pasado que se pasearon los indicios ante mis narices. Hubo
tráfico de banderines de un bolso a otro; escuchaba los wassap a diestro y
siniestro y nunca llegó a escamarme el hecho de que ninguno se reflejara en mi
móvil, aunque los tejeadictos no paramos en nuestro grupo guasapero; jamás llegué
siquiera a sospechar el motivo por el que muchos de ellos no dieron señales de
vida durante dos semanas. Luego he sabido que se reunieron en La Leche Militina a
enseñarse unos a otros a hacer banderines de ganchillo.
Podéis
reiros, pues, de intrigas palaciegas o de teorías conspiranóicas sobre el nuevo
orden mundial (yo tengo unas cuantas): mis tejeadictos te montan una historieta
fantástica y te la cuentan infamemente y sin pestañear.
Y
una, que no es precisamente Holmes, es presa fácil.
Debía
haberme imaginado algo cuando me mandaron a comprar bebida y no consintieron en
dejarme elegir chucherías, ni "bombones aunque fuera". ¿Pasteles? ¡Ni
lo sueñes a estas horas!. La bella Alicia me mantuvo, como en un laberinto,
dando vueltas por los anaqueles del super y no consintió que metiese en la
cesta más que hielo, cava y cervezas.
"Vaya
mierda fiesta les voy a dar", pensé yo.
Y vaya cara de idiota que debí poner yo. Mirad, mirad qué fiestusco, qué pedazo
de tartas (una comestible, la otra pa comérsela) y qué gente más guapa!!!!
Mi
deseo no lo diré. Pero sí os diré que para el año que viene, y por muchos,
muchos más, prometo no sospechar y dejarme engañar como éste. Aunque a partir
de ahora sospeche y no me deje engañar.
Y,
SOBRE TODO, IRÉ A LA PELU,
ME MAQUILLARÉ Y ME VESTIRÉ COMO UNA SEÑORITA.
Os quiero tejeadict@s!!!