He tardado muchos, muchos años en asumirlo, y no sólo en asumirlo, sino en aplicarlo a la vida diaria.
Yo tenía un blog al que dedicaba bastantes horas de mi tiempo en una época en que honestamente pensaba en que el futuro sería más fácil de lo que realmente está siendo el presente. Esta forma más o menos ingenua, más o menos new age de ver la vida me trajo cientos de cosas buenas, aunque reconozco que también me sirviera para descargar frustraciones y rabietas varias. Pero casi siempre con humor.
Creo que alguno de vosotros me seguía entonces, y se extrañó de mi abrupta espantá (en realidad, todas las espantás son abruptas, pero la mía, que próximamente hará un añito, fué épica). Digamos que las flores de mi "Flower Power" se chuchurrieron de repente, para qué comentar más el asunto.
He estado pensandolo detenidamente, y creo que a este blog no le vendría mal contagiarse un poco del espíritu de su hermano. El hecho de ser un blog "comercial" no debería ser obstáculo para transmitir algo más, y esta es mi pequeña primera aportación.
La cuestión, y es lo que quería compartir hoy con vosotros, es que me caí y tuve que levantarme. Y lo hice. Y lo estoy haciendo. Y a veces es duro luchar contra la burocracia, los Ayuntamientos, los inspectores, las tasas, los impuestos...pero creo que los politicastros de turno no podrán con los emprendedores.
Tengo clientes maravillosos que apenas me conocen pero que ya son de la familia tejeadicta; estoy rodeada de gente con talento, a las que enseño a hacer una sisa y a cambio me enseñan cada día lecciones de vida.
Un día hablaré más detalladamente de algunas de estas personas, si me dan su permiso, claro está.
 |
| ¿Se tejerá también la ropa interior? |
Por tanto, a partir de hoy no os extrañéis si leéis una rabieta de la tejeadicta, o comparto con vosotros una imagen curiosa de la ciudad y sus especímenes (entre los cuales me incluyo).
Gracias y que tengáis un excelente lunes, tejáis o no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario